Monday, September 4, 2023

TORONTO NO CREE EN LAGRIMAS


Salgo a caminar
sin rumbo fijo
sin norte
mas allá
de este norte
y valga
la redundancia,
dejo
a mis pasos
que me guien,
me lleven
a donde quieran
llevarme,
me lleven
a ninguna
parte
y a todas
a la vez.

La ciudad
me recibe
con sus piernas cerradas
como una mujer renuente
a la penetración
y veo
la propaganda
de un celular
y veo más
un individuo
inclusivo
con la expresión
del goce
mas exclusivo
contempla
ese aparato
destinado
a establecer
algo así
como una
interrelación
con alguien
que esté a miles
de millas
mientras
se presta
la mas mínima
por no decir
ninguna
atención
a la persona
que tengas
al lado.

Soy igual
que ese pendeje
del cartel
y que todos,
no hablo
desde una
tonta
ínfula
de moral
superiority.

En eso
me he convertido
en un adicto
tambien
como ese
del cartel
de marras,
en alguien
que desea
estar
en cualquier sitio
menos este
donde se encuentra
y me da gracia
el paralelo
que mi mente
establece
entre este
cartel
del que hablo
y los tantos
que inundaban mi país
vendiendo, eso si,
otro tipo de producto
y de pronto
me doy cuenta
que está claro
que para eso
es la propaganda
aquí y en todas partes
que la vida no es mucho mas
que una pé... tres puntos
simulación
y que no puedo llenar
esos tres puntos
sin correr el riesgo
de recibir una nueva
notificación
del algoritmo
recordándome
que esa
palabra puede ser
pudiera ser
interpretada
como
discurso de o...
y otros tres puntos.

De pronto
tengo
la tentación
de pensar
que medio siglo
de vida
no ha sido
más que un error,
un estúpido error
un viaje en círculo
de un tipo de dictadura
a otra,
pero
tengo
lo que tenía que tener
la suerte
la extrañísima suerte
de no poder recordar
una vida mejor
que haya dejado
atrás
y por eso,
por ese pequeño
detalle
tan mezquino
recupero
un poco
de gratitud
por la vida.

Llego
a Saint Clair
tomo el tranvia
que no se llama deseo
precisamente.
Una mujer
con un principio
de deterioro
(aun tenue)
de los habitos
me mira,
me hace ojitos,
busca
simpatía
(ese mínimo común
denominador
entre los seres
humanos),
quién sabe cuanto tiempo
hará
que nadie
le haya hablado,
mucho menos
mirado a los ojos,
y yo
no siento
simpatía
ni por ella
ni por nadie
ni por mi mismo
incluso.

No,
no soy tan bueno
ni tan humano,
desvío la vista.

Miro
por la ventana
reconozco los lugares
donde estuvo
tal o más cual
pequeño o mediano
negocio
de los tantos
que la pandemia
se llevó
y miro
de nuevo
a mi alrededor,
la mujer ya se ha bajado
a la altura de Dufferin,
trato
de recordar
como era
la vida antes
de la ya
no tan nueva
normalidad.

Todavía
hay personas
que llevan
la mascarilla,
por ejemplo
esta pareja
sentada
frente a mi
con su hijo
todos
correctamente
mascarillados
quieren
ser los primeros
para cuando
nos anuncien
que hay ponérsela
otra vez
y no
puedo menos
que reírme
amargamente
de esa
estupidez humana
que me incluye
y condena.

Gracias
a ser
un paranoico
pude olerme con tiempo
todo esto que vendría
como un far cry
un deja vu
aunque debo confesar
que un poco si
me trastocaron
al principio
los miedos
de confusión masiva.
Por suerte
-pienso-
tengo algo de idiomas
y no soy analfabeto
en los oficios
generados
por la Hi Tech,
me queda
inteligencia
algo más que artificial.
Estoy listo
para este
nuevo mundo
ciberfeudal
que nos sirven
en bandeja,
o al menos
eso creo.

Podré
sobrevivir
de un modo u otro
en esta whatever
y vuelvo
a estar feliz
entre comillas
y puntos suspensivos
y se me recompone
a duras penas
tanta amazing
Canadian Beauty
que me invade
mientras
me bajo
de un tranvia
que no se llama
deseo
ni tres puntos
suspensivos.
@
En ese arrullo
con que mi madre
me dormía
en la cuna
te oí
por vez primera.

En esas
tiernas palabras
con que mis dos
abuelas
me contaban historias
del tiempo
de antes
te escuché.

En los
versitos
del abuelo,
en los
amigos del colegio,
en la
gramática de primaria,
en ese
primer amor
idealizado
te aprendí.

Idioma nuestro.

Algo hay en ti
de ese hidalgo
cargando eternamente
contra molinos
de viento.

Vivo perhaps
en el lenguaje
de los anglosajones,
Me exquisito peut etre
en esa
exquisitez
de los franceses
pero
sólo tú
me tocas
el corazón.

Hay una patria mayor
que es tambien matria
y ese
pasaporte
sentimental
se llama lengua.

Lengua nuestra.

Algunos te llaman castellano
y tienen razón.
Otros te conocemos
como español
y alguna razón
tambien tenemos.
@



CORAJE

Hace falta
tener coraje
si
se quiere
defender
que el amor
no solo existe
sino que
además
es lo único
que vale
valió
y valdrá
la pena
y esto
especialmente
si al final
te quedas solo.

Es mas facil
sin duda
aceptar
que el amor
no existe
o que no es mas
que un invento
y que solo renunciando
a esas viejas
ideas
anticuadas
se puede ser libre
o como dice
cierta autora
muy aclamada,
completamente
"libre".

Hace
mucha falta
tener coraje
para
decir
a todos esos
abogados
del desapego
y el hedonismo,
recordarles,
una y mil veces
que esos valores
de la familia
tan denigrados
tan revisados
tan cuestionados
no solo existen
sino
que son
la base
aunque les pese
aunque destruya
sus teorias
de cualquier
sociedad
medianamente sana
aunque
en tu caso
particular
no funcionase.

Es mas facil
obviamente
aceptar
que cualquier cosa
puede ser
una familia
como ya lo han demostrado
cientificamente
tal
o mas cual
catedratico
tertuliano
de esa tan
renombrada
institución
de cuyo nombre
no quiero ni acordarme.

Hace falta
muchísimo coraje
para llamar
a las cosas
por su nombre
y por su sexo
sin importar
que esas mismas
autoridades
intelectoaberrantes
todos
esos
ministerios
de igualdades desigualantes
los
cancerberos
de la cancelacion
siempre tan ocupados
en definir
dictaminar
establecer
lo correcto
te clasifiquen
como
retrogrado
reaccionario
cavernícola
y por supuesto
fobico
a alguna cosa
y eso
para mayor infamia.

Es mas facil
rendirse a la no evidencia
decir que una mujer
no nace
sino que se hace
y que
lo masculino
no es mas
que un constructo
y que está claro,
como no,
una persona
puede ser
lo que decida.
Hay mucha gente
demasiada
haciendo
y recibiendo
plata
a costa
de esos
nuevos
prometedores
e inclusivos
mercados
emergentes.

Eso explica
muchas cosas.

Explica
por ejemplo
que aunque el rey vaya desnudo
muchos elogien su vestido
y explica
que miremos a otra parte
cuando a los niños
se les somete
al mas descarado
adoctrinamiento,
cuando se les inculca
un dogma
uniformizante
y mezquino
que se disfraza
para colmo
de antidogma
multicolor
y generoso.

Hace falta
tener coraje
demasiado coraje
para mirar
de frente
la mentira
y decir
que sigue siendo
mentira
aunque aparezca escrita
con hermosas palabras
y aceptar en tu cuello
con toda
la dignidad del mundo
una etiqueta que diga
mentirofóbico
pero ese
coraje
en nuestros dias
es
lo que brilla
por su ausencia.
@



MI CORAZON ES UNA ISLA

Fuí rico
sin saberlo.

Tuve
alguna vez
un abuelo
que me enseñó
a afeitarme
y me contaba
historias,
historias
de su padre
y de esa guerra,
aquella
la que nos dió
bandera
y nombre
de país.

Tuve
ademas
una abuela
que me explicó
como tender
la cama,
como
doblar
camisas
para guardalas
y otra,
para mayor fortuna,
que me enseñó
su arte
de cocinar
congris
mientras
bajito
canturreaba
las hermosas
canciones
del tiempo
de antes.

Tuve
una madre
a quien debo
el amor
por nuestra lengua
y el respeto
a la mujer
asi
como otros
valores
de los que hoy
pocos se acuerdan.

Y un padre tuve
que me mostró
el misterio
del nudo
en una corbata,
y me enseñó
tambien
a desconfiar
de lo obvio,
a mirar
el mundo
mas allá
de su apariencia.

Tuve
familia
tenía hermano,
tenía primos,
tenía tios,
tenía amigos,
tenía afectos
muchos
afectos
cuya ausencia
me acompaña
y todos
ellos reales
imperfectos y reales.

Todo lo que sé
o creo saber
y que les nombra
tiene un lugar
en el mapa
de mi memoria
afectiva.

Me dieron
algo
que nunca
me ha abandonado.
Algo
intangible y hermoso,
un suelo firme
bajo los pies
incluso
cuando mis pies
graviten en el aire.
Algo
como una patria
metafisica
e intransferible.

Vivo
en Babilonia
la grande,
la orgullosa Babilonia,
pero mi corazón
es una isla,
una isla dentro de otra.

Miro
a los hombres
y miro
a las mujeres
deconstruidas,
son el último
grito
de la ingeniería
social.
Se sienten libres
-dicen-
no tienen ataduras
familia
ni pasado.
Como un disco regrabable.
Solo futuro.
Tan pobres
que ni siquiera
lo saben.

Yo
fuí rico
y no lo supe.
@



LIBROS

En aquella
casa nuestra
siempre a punto
de colapsar
para un proximo
ciclón
solo hubo
una riqueza
material:

los libros.

Conocí el mundo
a traves de ellos.
Viajé
leyendo
sus páginas
por
el espacio
y el tiempo.

Me enseñaron
a amar los libros,
su diseño,
su tacto, su olor,
todo eso
que el ingenio
humano
puso allí
en cada página,
todas
esas
certezas
resultado
del tanteo
y el error
de los hombres
y mujeres
precedentes,
todas
aquellas
verdades
que dejaron
un día
de ser
grabadas
en piedra
para serlo en papel.

Donde quiera que fuí
cargué con ellos.
Los libros pesan,
pesan y mucho
cuando viajas
o te mudas
pero son
esa familia
que quizá
te han quitado,
los amigos
que te esperan
al regreso
del trabajo,
algo
así como un espacio,
que no pueden
arrebatarte,
una
especie
de hogar
ciertamente.
No son
una mascota,
no tienes
que alimentarles.
Son
ellos
en cambio
quienes pueden
alimentarte
si es que encuentras
o te dejan
el tiempo
de leerlos.

Donde quiera
que fuí
los he comprado.
Me gusta
perderme
en los estantes
donde aguardan
los libros
pero
y especialmente
los de uso.
Son ellos
mis preferidos,
mi secreta
conexion
con un pasado
que no es líquido.

Duele mucho
deshacerte
de un libro.

Las verdades
que leeran
los que nos sigan
ya no seran
escritas
en papel,
ese "enemigo"
del planeta.
Las verdades
seran
establecidas
por ceros
y unos,
seran
revisadas
por fact checkers
asalariados,
corregidas
correctizadas
actualizadas
segun convenga.
Ya no
hará más falta
quemarles
ni reciclarlos
en pulpa.

Es ese
el futuro
el prometraidor
futuro.
Buen provecho.

Duele.

Duele mucho
deshacerse
de los libros.
@



COMO EN LOS CUENTOS

Hijos míos,
quisiera decirles
que el bien
y el amor
van a triunfar
como en los cuentos

pero

no me consta
y no depende
completamente
de nosotros.

Lo que si les diría
es que no olviden
que debemos vivir
con esa idea:
que ese bien
y ese amor
merecen
su lugar
en nuestros
corazones.

Que prevalezcan
allí
como en los cuentos,
aunque no ocurra,
y hacer nuestra parte,
nuestra pequeña parte,
la que dependa de nosotros,
porque así sea.
@



A ESA MUJER

Si por alguna
de esas casualidades
de la vida
usted se la encontrase,
no me juzgue,
no malgaste su tiempo,
yo tampoco
puedo darle razón
de porqué he dedicado
un poema tras otro
a esa mujer,
ni como pudo
con tan poco,
tan poquísimo esfuerzo
de su parte,
volverme a hacer
sentir
cosas de adolescente
en la quieta
inquietud,
en la modorra
post relativa
del otoño.
Solo
me le dice,
por favor,
que una parte de mí
se lo agradece.

@



A LA TRISTEZA

A la tristeza,
déjala estar.

Sigue ocupado
en tus deberes.
Coexiste.
Ella habita tu espacio
y tú tambien
habitas el suyo.

No te incomodes
por su presencia,
déjala estar.

Se volverá a marchar
del mismo modo
que ha venido.

Sin pedirte permiso.

@



CADA DIA

Cada día
y esto
a partir de ya,
me prometo
a mi mismo
deshacerme
de alguna cosa
que no he de usar,
de algun libro
que no
voy a leer,
de algun recuerdo
que solo
me hace mal
volver a ver.

Cada noche
entiendo
que algo de esto
habré
de echar en falta
pero
entiendo
tambien
que igual
no habremos
de tener
nada (según lo anuncian)
y aun no seremos
lo que se puede
decir
muy felices.

Cada día
para que
me duela menos
iré
dejando
uno aqui,
otro alla
tantos pedazos
de lo que ha
sido mi vida
hasta hoy,
aparentando
descuido
olvido
accidente,
confiando
en que el azar
hará llegar
a quien le sirva
lo que ya
no será mío
en el omnibus,
el laundry
o en algun reciclaje
del camino.

Y cuando
al fin
lo logre,
cuando al fin
solo me quede
lo que pueda
cargar sobre mi espalda
no volveré a llenarme
de pertenencias
que me despertenecen,
me amarran,
me pesan,
iré
una vez más
como en tantos naufragios
precedentes,
diciendo adíos
a tantas
y tantas
cosas
que ya
no puedo
ni quiero más
cargar conmigo.

@



Mañana,
cuando estés
en la cama
con otro
y yo
encuentre
entre mis brazos
a otra mujer
es bien posible
que de pronto
de repente
out of the blue
como quien dice
nos
acordemos
uno del otro.

Es posible.
Totalmente irrelevante
pero es posible.
No va a servirme
de nada
ni a ti tampoco.

Quisiera
tener menos edad
para creer,
quisiera
que la vida
es tan hermosa
como tú,
y aún más
quisiera
pensar
que vamos
por otra vez
a vernos
y
aún tendremos
el diacritico aún
del todavía,
pero
me temo
que el futuro
se parezca
cada vez
un poco más
a este presente
y a partir
de cierto punto
la pregunta
ya no es mas
si es que va
a terminarse,
la pregunta,
la damocliana
pregunta,
pasa a ser
simplemente
la cuestión
de cuando.

Visto asi,
sufrir por amor
no deja
de ser
una ridiculez.
@



DURUT

Hace ya mucho tiempo
acostumbraba a detenerme
en este sitio de Marlee
a comprar pizza.

Pepperoni
-respondo
al muchacho
que
con afable
sonrisa
de bazar
del medio oriente
me pregunta
el tipo de slice
que deseo.

Es marzo
y una nieve
a destiempo,
breve y engañosa
como un invierno indio,
da pie
a un small talk
sobre el clima.

De
un semejante
dialogo
es que emergen
respectivas
procedencias,
y
me entero
que viene de la Persia
de la que habló Herodoto,
rebautizada Iran
por el padre del Shah,
ese
malefico huevo
de la serpiente
teocratico-islamista,
eje
de toda resitencia
según los ayatollahs.

Durut -le digo en persa-
recibo
su asombro,
y a mi turno
una (no pienso que fingida)
declaracion de amor
al valeroso
pueblo
que me incluye
en sus ojos ajenos
y al
que respeta -dice-
por haber resistido
durante tanto tiempo
contra el imperialismo
y
me extiende
la mano,
y se la estrecho,
y, en ese punto
comprendo que he ganado
una entrada gratuita
a una sesión
de aikido verbal
mientras
espero
un slice
que no demora
demasiado.

Conozco
más de su historia
de lo que él piensa
que yo sé,
conozco
lo que cuentan
a los otros
y lo que dicen
cuando no tienen
que actuar
un personaje
que se espera
representen,
intuyo
lo que dicen
si estan
solos
amortajados
en sus miserias
y dudas,
ambivalencias,
remordimientos
y ucronías
retrospectivas
y sé
de todo eso
por
la sencilla razón
de que es lo mismo
que pasa
con todos esos pueblos
como el suyo,
como el mio
y como
tantos otros
que tengan
o hayan tenido
la desgracia
de tornarse
en un algo atemporal
un simbolo febril
a favor
o en contra,
en
una idea
de algo
para alguien
que no
tenga
ni la más
puta idea
de nada.

Salgo ileso
de la conversación.
Le explico
que estoy
-y no le miento-
contra todo imperialismo,
no solo
aquel de marras
al que él
hace referencia.

Evitar discusiones,
disfrutar una pizza,
dejar que los otros
piensen como prefieran,
no dejar
que estupideces
te amarguen la existencia

son
las cosas
que se aprenden
con los años.
@